UNA CIUDAD CONTAMINADA

En 1986 la ciudad de Slavutich se construyó para reemplazar Pripyat y albergar parte de los trabajadores de la central y sus científicos.

Cuando Pripyat quedó completamente desolada y abandonada, los organismos encargados procedieron a su descontaminación. Todo estaba envenenado, nadie podía llevarse nada del lugar y los soldados dispararon a los animales domésticos que encerrados en las casas esperaban el retorno de sus dueños, no podía quedar ninguno vivo, eran peligrosos focos móviles de radiación.

Con el tiempo la ciudad ha sido objetivo de saqueadores y vándalos. Los hogares e infraestructuras se caen poco a poco por la falta de mantenimiento y las inclemencias del tiempo. La vegetación a comenzado a comerse la ciudad que es invadida por árboles y plantas creciendo es sus tejados. En el interior de los edificios que aun están en pie los hongos y el moho aparecen en cualquier esquina, se disponen sobre las fotografías abandonadas, los juguetes de los niños en la guardería, ropa y otros objetos personales.

Es una ciudad fantasma. Aun se conserva en la casa de votos las urnas y los carteles que se pondrían para las votaciones del 1 de mayo. El escudo de la antigua República Socialista Soviética de Ucrania permanece colgado en las paredes. Y la imagen más llamativa, la inmensa noria de 36 metros, la atracción principal de un parque de atracciones regalado por el gobierno para los niños y que iba a ser inaugurada el primer día de mayo, 5 días después de la catástrofe, pero que nunca llegaría a ser estrenada.